viernes, 27 de noviembre de 2015

El cerebro adicto y su implicación social

La adicción es tema que resulta de suma importancia en la sociedad actual, del que nadie habla abiertamente, pero al mismo tiempo, vemos que la web está inundada de videos acerca de cómo expurgar marihuana, como esnifar cocaína, como hacer drogas caseras, etc.  Lo anterior, es  la normalización de un fenómeno que va deteriorando cada vez más a la juventud, esto no es una moda, poco a poco el tema de las adicciones se ha convertido en un tema de salud pública. Los jóvenes, principalmente, no quieren reconocer que son enfermos.
Actualmente, las estrategias gubernamentales sobre el combate a las adicciones van orientadas a atacar el problema desde el punto social, rehabilitando a los enfermos a través de terapias psicológicas, sin tomar en cuenta que el cerebro de la persona es un cerebro adicto y no basta con la rehabilitación de la psique.

Según Verónica Guerrero Mothelet, hasta hace unas décadas la drogadicción se consideraba un problema moral y de falta de voluntad. Hoy se reconoce como una enfermedad y se sabe cómo tratarla, aunque no se consiga una cura definitiva, el tratamiento incrementa la calidad y la duración de la vida.

 A continuación, en los siguientes párrafos se expondrá como la adicción a las drogas deja de ser una situación síquica y empieza a considerarse una enfermedad que está atacando el tejido social.
El estudio “Drugs and the Brain: implications for Preventing and Treating Addiction”, de los medicos: N. Volkow y H. Schelbert, define la adicción como una enfermedad, debido a la afectación que sufre el funcionamiento neuroquímico del cerebro.

Los estudios más recientes sobre adicciones nos llevan a determinar que el cerebro de las personas adictas tiene un funcionamiento neuroquímico diferente. Lo cual, se manifiesta en una alteración de los patrones de conducta asociados con la búsqueda y el consumo de drogas. Es difícil para el enfermo controlar su consumo de drogas, minimiza los costos personales y sociales que le pueda ocasionar su conducta, teniendo una repuesta de estado de defensión que lo lleva cada vez más a alejarse de la realidad en la que vive. Se convierte en un auténtico autómata  en favor de su consumo.                                                                                                                                                                                                    
La investigadora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés), observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la cocaína y los opioides. "Esto nos llevó a entender por qué los pacientes, aunque quisieran, no podían dejar las sustancias por sí solos, sino que realmente necesitaban tratamiento", señala la doctora Medina Mora, agregando que éste fue un indicio importante de que las adicciones tenían todas las características de una enfermedad.

Por otro lado, los señalamientos sociales, en cierta manera, han sido determinantes para que los adictos no cuenten con una atención integral como la que se le daría a un enfermo de diabetes, cáncer o cualquier otra enfermedad que requiera de un largo proceso de medicamentos y apoyo sicológico.

Se debe reconocer que las condiciones sociales son determinantes para el desarrollo de este tipo de enfermedad, las pocas o nulas redes familiares han llevado principalmente a los jóvenes a refugiarse en un mundo subalterno en donde predominan los excesos.

En resumen, se debe entender el problema de las adicciones como un problema social en donde va creciendo el número de personas afectadas directa o indirectamente por este hecho. Si bien, uno de los grandes logros en materia del reconocimiento de las adicciones como temática de salud pública es la creación del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México y la Comisión Nacional Contra las Adicciones, sin embargo, sus  principales acciones están enfocadas a la prevención. Lo anterior, nos está dando como resultado que los sistemas de salud pública, continúen en negación, resistiéndose a ver la evidencia científica actual, negándose a incluir en sus presupuestos los tratamientos para los enfermos  y sus familias.

Fuentes:
http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/177/el-cerebro-adicto
http://www.cicad.oas.org/apps/Document.aspx?Id=134
http://www.adicciones.org/enfermedad/concepto.html
http://www.lifeder.com/consecuencias-del-consumo-de-drogas
http://www.iapa.df.gob.mx/wb/iapad/poblaciones_vulnerables
http://www.conadic.salud.gob.mx/

martes, 10 de noviembre de 2015

Aprendizaje autónomo: eje articulador de la educación virtual.


Aprendizaje autónomo: eje articulador de la educación virtual

Mapa conceptual

Autor del texto: Esp. Jorge Hernán Sierra Pérez
Docente de Comunicación Social
Fundación Universitaria Católica del Norte




viernes, 23 de octubre de 2015

¿Qué es ser un estudiante en línea?

¿Qué es ser un estudiante en línea?

Hoy en día el uso de las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC), han venido a transformar la forma en la que interactuamos y la manera en como aprendemos; un ejemplo de esto, es la creación de aulas virtuales. Sin embargo, esta modalidad de estudios presenta nuevos retos y desafíos para todo aquel que aspire a convertirse en un estudiante en línea.

“La educación a distancia se en un dialogo didáctico mediado entre docentes de una institución y los estudiantes que, ubicados en espacios diferentes al de aquellos, aprenden de forma independiente o grupal” (García Aretio, 2014, pág. 19).

Un estudiante en línea debe poseer las siguientes características:

  • Actitud proactiva. Disposición de amplio margen de libertad y autonomía, sin perder de vista el objetivo planteado
  • Compromiso con el propio aprendizaje. Es responsable de su propio aprendizaje, ser convierte en un agente activo y autogestor del mismo.
  • Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias. Deberá generar y potencializar estrategias que le faciliten la recepción y el análisis de la información.
  • Actitud para trabajar en entornos colaborativos. Es importante que no se pierda de vista que el aprendizaje entre pares enriquece el proceso cognitivo y de desarrollo.
  • Metas propias. Buscar siempre alternativas de solución en caso de tener inconvenientes. Los límites los pone el propio estudiante.
  • Aprendizaje autónomo y autogestivo. Generar destrezas relacionadas con la comunicación, la búsqueda, la selección, la producción y la difusión de la información y el conocimiento.

A su vez, el estudiante enfrentara los siguientes retos:

  • Dejar atrás el aprendizaje dirigido. Tendrá que aprender a ser autogestivo, autocritico y reflexivo.
  • Evitar memorizar y repetir el conocimiento. Deberá analizar y procesar el conocimiento
  • Dejar atrás los entornos competitivos. Trabajar de forma colaborativa.
  • Gestionar y administrar su tiempo. Crear una agenda de todas las actividades que realiza.
  • Destrezas comunicativas. Deberá potencializar sus habilidades de lectura y escritura.

Existen algunos mitos relacionados con la educación en línea, como son los siguientes:

  • Es fácil y sencillo estudiar en línea solo, hay que estar en la computadora y ya.
  • No hay que leer nada, basta con copiar la información que se encuentra en la red.
  • Como no me conocen (físicamente), puedo dejar de estudiar en cualquier momento.

Sin embargo, el verdadero aprendizaje no se basa en consumir ideas o información, sino en apropiarte del conocimiento.

Fuentes de información:

* Bautista, G., Borges, F., & Forés, A. (2006). Didáctica universitaria en Entornos Virtuales de Enseñanza-Aprendizaje. Madrid: Ediciones Narcea.

* Cabrero Almenara, J., & Llorente Cejudo, M. (2008. La alfabetización digital de los alumnos. Competencias digitales para el siglo XXI. Revista portuguesa de pedagogía, 7-28.

* García Aretio, L. (2014). Bases, mediaciones y futuro de la EeD en la sociedad digital. Madrid: Editorial síntesis.

* Ortiz, J.R. (1998), La educación a distancia en el umbral del nuevo paradigma telemático. Recuperado el 19 de agosto de 2014, de http.//goo.gl/TNEVsb

* Palacios-Jiménez, N. M. (2005), Un panorama de la educación a distancia. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, 461-463.
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